Señales

Tenemos esa manía de buscar señales.

Tenemos esas ganas de que nos pase.

Tenemos la inocencia de preguntar

 a las margaritas si nos quieren o nos quieren.

 ¿Por qué sonríe? ¿Será que se dio cuenta?

Algunas personas son precavidas 

les piden a las otras, ya saben, a las personas

con las cuales comparten saliva 

que adviertan

que hablen

que digan

cuando la chispa se está agotando o se termina.

Me encerré en esa: ¡nadie va a quererme!

toda la adolescencia

no le di cabida a lo que sentía

por miedo a no sé qué

quizás a sentirme excluida.

Entonces tanta elección no hubo.

Siempre 

abro comillas 

elijo 

cierro comillas

a personas que no me eligen.

¿Pido lástima? No, 

¿Doy lástima? Y capaz un poquito.

Quiero explicaciones.

¿Por qué nunca me quieren?

¿Por qué nunca se me da?

qué sé yo, algo tengo que estar haciendo mal, díganme.

Este monólogo frente al espejo 

me avergüenza

quiero dejar de llorar, todo es fugaz.

¿Yo soy fugaz?

No puedo respirar

cuesta relacionar

cuesta relacionarme

cuesta abrirme

vengan a decirme 

que querer es una elección 

que ya va a llegar

 que ser amado está 

dado simplemente por el hecho de existir

así por lo menos

si no voy a sentirme mejor 

me puedo reír. 

¿Quién me va a amar?

¿Quién va a quererme?

Si mi resentimiento no me deja 

ver más allá de mi propio ser. 

Si no me quiero todavía: ¿Nadie me puede querer?

Me lastimaron

eso le dije a la última persona

que me quiso conocer, me lastimaron y no sé como querer.

La habré espantado porque también se fue.