De tu lado la balanza

Vieron que se cree que usamos solo el 10% de nuestro cerebro.

Creo que es mentira, hoy en día una puede creer en lo que quiere.

Aunque desafíe con esto las leyes de la episteme, voy a decir que para mí usamos el 100% de nosotros en todo momento.

No hago la separación en hemisferio derecho artista versus izquierdo lingüista. Hago una conjunción de ambos en el cerebro humano, nuez protegida por esa miel llamada mielina.

Igual reconozco, el estudio y lo respeto, el cerebro está bien revisado, todo lo que sabe de él está respaldado por su pegajosa y espesa estructura, corteza, lóbulos, cerebelo y más que no recuerdo tampoco soy experta, no es mi área de investigación, ya se dieron cuenta, lo que me interesa es ese cosito llamado hipocampo, flashero ¿no?

tenemos una parte del cerebro

que se llama como un caballito de mar

dicen que le pusieron ese nombre 

por la forma y es real… 

parece un caballito de mar 

que nada y se encarga

del almacenamiento

y la recuperación 

de recuerdos, 

el aprendizaje 

y la navegación espacial.

Ahí estoy parada ahora

en mi hipocampo 

buscando recuerdos tuyos,

investigando tus movimientos

para no perder el hilo

que me lleva a tu eterna

imagen de abuela, de tardes

aromatizadas por tus meriendas, 

de sabias vivencias y charlas espesas.

Este poema empezó 

como un desliz cerebral

termina con un caballito de mar 

husmeando por mis aprendizajes

primarios, por tu enseñanza 

donde estés y adonde vayas,

siempre quedará la marca

y de tu lado la balanza.

Cuando estamos llenos de amor

y con comida en la panza,

escuchamos atentas tus palabras:

quiero que estudien y espero que nunca se casen,

porque están preparadas para vivir el sueño 

de sus vidas no se coman el cuento de que no pueden 

solas a veces estarlo es mejor que andar con mala compañía.

Mi caballito de mar, 

nunca se va a olvidar

de esa abuela 

que me supo amar y cuidar

acá, allá y más allá.