Quiero creer que puedo, creo que quiero poder

No estoy pidiendo ser el centro de tu universo, no quiero que me dediques esa canción que tanto te gusta, menos que me digas cada medio segundo te quiero. Necesito que dejes de tratarme como que si nunca fueras a perderme, quiero que me quieras en acciones, en momentos, en libertad y con confianza, no soy de tu propiedad y vos no sos mío. Tengo que entender que no siempre me vas a decir lo que quiero escuchar, pero por lo menos aspiro a que puedas decirme algo que no me hiera.

Otra vez estoy cayendo y no veo tu mano… no se si insistir, otra vez, me tenés al lado tuyo; estoy golpeada, no es un buen momento de mi vida y no te importa.

¿Qué más puedo esperar? 

Cuando te canses de hablar de tus miserias 

¿Me volvés a llamar?

 El amor romántico hace algunos años me parecía lo normal. 

“Te quiero tanto que a veces no me acuerdo de mí”,

 “Sin vos no soy nada” 

y “cuando no estas me pierdo cada medio segundo”. 

Hace un tiempo lo empecé a cranear, no es lo normal es la cultura la que lo declaró como única forma de querer, amar, acompañarse y crecer; de hecho estas palabras sanas ni siquiera aparecen en el discurso del amor romántico.

Porque el discurso del amor romántico, amor, habla de poseer, de ser una y la misma cosa,de perdonar lo imperdonable, de sentirse nada sin la otra persona, pero yo solté. No te quiero más en mis días aunque te llore en las noches, sin reproches. 

Esta no es la única forma de amar

me voy a dedicar a rehacer 

mi vida sin vos.

Quiero creer

que puedo, 

creo que quiero poder. 

No te estoy pidiendo ser el centro de tu universo, no quiero que me dediques esa canción que tanto te gusta, menos que me digas cada medio segundo te quiero. Necesito que empieces a tratarme como  si fueras a perderme y que sin más me desees suerte demostrando que me querés en esa acción de dejarme volar, sin vos.


Comentarios

Entradas populares