Otra declaración poética

Sé que muy sólo estás 

por eso hablo

 con tu pálida voz.

Te contaré de mí…

Canto al Río Uruguay, Ana Teresa Fabani (1949)

Desde Rousseau hay un yo
que convoca a un otro yo
al que le pide que se escriba
y se pronuncie en el poema.
Desde ese don hay un no sé qué
que me aterra al decirme yo.
Esas Confesiones que
abrieron el espacio de la intimidad
me hicieron inútilmente transparente
y para nada quiere la gente
saber quién soy yo.

Hay tanto lugar que no digo y me gustaría:
el Río Uruguay con sus mojarras y
camalotes que traen caca de una vaca correntina,
esto se aleja un montón
de lo que Ana Teresa Fabani decía
ya no son tan límpidos sus espejos
y hablando de otros reflejos
El Uruguay me mira
y el ceibo se estira deseando acariciar la orilla.

¿Acaso el paisaje es solo un sueño huérfano,

si el ojo no se posa en su lienzo?

Si me voy, ¿aún será paisaje lo que estaba viendo?

Hay tanta cosa del yo desparramada en mis hojas.
Creo que de mí no se olvidan
porque quién se va a olvidar de una gurisa
que dice yo y no se niega

no vaya a ser que la vean
como un individuo moderno
si el ideal es no ser termo
y lo actual es ser colectiva
cómo se van a olvidar de una gurisa
angustiosa y afectiva
que no hace nada más que escribir
sobre su propia vida mientras el río la mira.