Jovemilla
Quizás sea por eso que me convertí
en eso que de gurisa no entendía:
Estos días me he pasado
dedicada a la poesía
como forma de resistirla.
Aunque no cambie nada.
Pude encontrar lugar en este planeta.
mientras crecía escuché por ahí:
que tenemos cuatro vidas
una vida de plantar semillas,
una vida de regar y cuidar esas semillas,
una vida de recoger los frutos
y una vida de disfrutar las cosechas.
Esta semilla hace fuerza,
se estira e iluminada
inspira y exhala.
Tengo que elegir la forma
de cuidar su tierra.
Pero ¿qué pasa?
cae lluvia ácida
y se siembra y se siembra
exportando transgénicas,
fumigando escuelas,
contaminando las napas,
que dan agua y alimentan.
Quise pensar bien, pero sé
que las empresas
esas llenas de cuatros por cuatros
no piensan en mi primera vida
ni en tu tercera de recolección
solamente llenan
contenedores
y bolsillos
van con prisa,
haciendo platita,
envenenan,
y los gobiernos dan un poco de pena
porque se le van de las manos.
Y acá están los poemas
que son mis humildes semillas
dejando de lado comillas
y la simulación del abismo
los poemas dicen mucho
de nosotros mismos.
Aunque no cambie nada,
nunca será lo mismo.
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